Asalto a la primavera

Poema a la primavera por Raquel Cachafeiro.

Me hice dos barcos de vela para navegar por la pradera, ahora laguna en flor.

Las velas se izaron solas en cuanto les di calor y me dijeron Llama. 

No, llama tú y que sepas que dejarás de llamar porque agotas la vela que te sostiene como yo agoto el día al novelar por mis sueños. 

Y la llama fundió la cera y creó una acera dorada sobre el agua, entre los dos barcos que hice yo sin saber izar velas. 

¿Me izará a mi relatar mi vida novelada?

¿O como me dijo este duende me útil izará? 

He sido muchas veces Útil Izada, para bien también, ser útil más arriba me gusta. Lo deseo con toda mi cera. 

¡Arriba esas praderas! Grito el fresno, y me morí de risa por dentro, porque no lo puedo decir mejor.

¡Qué desaliñado brotar con el verde Primavera!

¡Qué adefesión tan primoroso! 

Estoy haciendo ardominales al veros. Pradera en flor bajo el agua, pradera deshilachada en las ramas, tan preciosamente imperfecta que me río y como río discurro lo que antes no sabía que sabía. 

¡Arriba esas praderas! Grito partida de risa, es el asalto de la Primavera.

Y ojo con la prima que dispara saetas y polen tocanarices. 

Arriba mi valor encendido adefesio o bellezón.

Arriba mi valor para expresar que veo en la Prima Vera, mi verdad primera, mi primera visión, la primera orilla a la que llego con el barco que izé yo, con el que hice con el que hago cada día.

No he venido a des cansar porque no hay canso que pueda con la vela encendida del alma. 

Estoy viniendo siempre a la primavera, y me encuentro en su orilla, a la vera de la mía.

Me pongo los ojos de nuevo, la mirada, la vista y su sentido y se hace el amor que me hizo y el que me izó, la voluntad de vivir y enterarme. 

Me gusta mucho enterarme recogiendo mis partes y los trozos de mi ser.

Yo también te asalto Primavera, si tu juegas, mejor que seamos dos y las dos nos hagamos enteras.